Evaluación Cognitiva/ Evaluación de la memoria:
El examen de un paciente que consulta por trastornos de memoria, comprende la evaluación de sus funciones cognitivas, es decir, memoria, atención, percepción, lenguaje, etc., con el fin de establecer, si dichos trastornos, se clasifican como olvidos, amnesia, deterioro cognitivo o demencia.
Para tal efecto, se administra una batería de test y escalas que permiten cuantificar determinadas funciones cognitivas, es decir, no establecen un diagnóstico, si no que cuantifican la severidad de la alteración de determinadas áreas intelectuales. (Raggi, M., 2014).
Este examen además se puede realizar en forma preventiva, dirigida a aquellos pacientes que muestran preocupación por el inicio de olvidos o fallas en la memoria, para descartar o no la presencia de un déficit cognitivo en el paciente. Estos test son útiles además para realizar un seguimiento del posible deterioro cognitivo del paciente, con el fin de determinar la progresión de los déficit (en caso de que lo haya).
La evaluación cognitiva, además de ser un apoyo al diagnóstico médico, también se utiliza como apoyo a los antecedentes necesarios para realizar trámites legales y discernimiento.
Es importante que cuando el paciente asista a la evaluación, cuente con todas las ayudas técnicas que utiliza, principalmente lentes y/o audífonos.
Evaluación realizada por Romina Silva Gutiérrez, Psicóloga. Magister en gerontología social y diplomada en neuropsicología del adulto mayor.